Ubicación y Luz: Pueden ir al exterior o interior, pero deben recibir ¡entre más luz mejor! Mínimo entre 3 a 4 horas de sol directo al día, o la mayor cantidad de luz que se pueda. El sol directo entre 12 y 2 de la tarde puede ser nocivo y causar quemaduras, al menos durante el proceso de adaptación. La falta de luz, provoca (etiolación) que crezcan alargadas y deformes.
Riego: regar 1 vez a la semana en invierno y 2 a 3 veces a la semana en verano, o cuando el sustrato este mas o menos seco, siempre de forma controlada. El exceso de agua produce pudrición en hojas y raíces. Si hay dudas, se puede verificar la humedad del sustrato, con un palito de madera. Siempre es mejor que le falte agua, a que le sobre.
Limpieza: el 90% de las suculentas y cactus no requiere limpieza en su hojas, y hacerlo puede romper la capa protectora de sus hojas, llamada pruina.
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